OFRECEN EN UMAE 25 DEL IMSS PROGRAMA ESCOLAR PARA NIÑOS HOSPITALIZADOS
- “Sigamos Aprendiendo en el Hospital”, programa nacional e interinstitucional en el que participan IMSS, la SEP y la Secretaría de Salud como órgano coordinador
- Y son los propios testimonios de los padres quienes evidencian las bondades de este programa la madre de un niño con cáncer refiere que asiste con gusto a las quimioterapias, porque aquí está la escuelita
Cuando la vida de los niños se ve ensombrecida por la enfermedad y hay que volver al hospital o permanecer en él tiempos prolongados, aparece para ellos, como rayo de luz un espacio que da brillo a sus ojos, dibuja sonrisas y les causa emoción: es la escuelita adaptada en el tercer piso de Pediatría de la UMAE de Especialidades N° 25 del IMSS, donde médicos comprometidos y maestros expertos promueven el aprendizaje de manera tan profesional que impiden se rompa el hilo académico que ellos necesitan.
Sin importar el padecimiento que les llevó al hospital, desde su primer día de ingreso, los niños de entre 6 y 16 años recibirán una especial invitación, acudir a clases o tomarlas en su propia cama para recibir la misma enseñanza que reciben sus compañeros en la escuela e impedir que su estancia hospitalaria demerite su aprovechamiento escolar.
El doctor Ricardo Arturo Sevilla Castillo, Jefe de Servicios de Pediatría, explicó que esto se logra gracias a “Sigamos Aprendiendo en el Hospital” programa nacional e interinstitucional en el que participan la SEP, el IMSS y la Secretaría de Salud como órgano coordinador.
El área de Pediatría ubicada en el Tercer Piso de la Torre Hospitalaria, cuenta con 42 camas, de las cuales tres cuartos de ella están ocupadas por niños de hematología y oncología, la mayoría acude a ciclos de quimioterapia.
El personal médico y de Trabajo Social en ese hospital del IMSS conocen la importancia del programa que cumple no solo con una función académica sino también emocional que favorece al menor y a su familia.
Los médicos tratantes apoyan la rutina, de lunes a viernes supervisan que los niños estén en condición de acudir a sus clases después del desayuno, o bien que reciban los conocimientos en su propia cama, desde las 9 de la mañana y hasta su hora de comida.
Así cada día en promedio 15 niños toman clases en el hospital y se calcula que al mes se benefician de 35 a 50 pequeños, tomando en cuenta que la estancia promedio en el nosocomio es de siete días.
El aula que se habilitó para cumplir estas metas se encuentra en el área de Pediatría, tiene mesas, sillas, libretas, lápices y demás material didáctico necesario, pero además cuenta con una pantalla grande, equipo computacional y correo electrónico para que los niños, principalmente de nivel secundaria, elaboren y envíen sus tareas.
El maestro representante de la SEP, en este caso la licenciada en Psicología y psicopedagogía Juana Leslie Aguilar Bernal, coordina la parte académica, elabora a los pequeños de nuevo ingreso un expediente con todos sus datos, mantiene una comunicación abierta con los padres de familia y un contacto directo o indirecto con las escuelas y maestros de los pequeños aún cuando sean foráneos.
Para cumplir el objetivo se imparte el sistema educativo multigrado (adaptable a cualquier grado que curse el menor y multinivel (cubre niveles de educación preescolar, primaria y secundaria). Así, en un ambiente fraternal, los niños y adolescentes reciben la enseñanza que valida el aprovechamiento y que a su vez servirá para que su escuela certifique los estudios al momento de calificar, como ha sucedido en los últimos dos años.
El programa tuvo su origen en la ciudad de México en marzo del 2010, cuando se dio a conocer el marco Jurídico- Administrativo, uniéndose la Secretaría de Salud y la SEP siendo los primeros pasos del modelo educativo e iniciando en Aguascalientes la primera aula y posteriormente se extiende al IMSS en octubre del 2010.
En Nuevo León por parte del IMSS inicia simultáneamente en la UMAE 25 y Hospital de Cardiología y Neurología número 34 en Febrero del 2011. Todo ello, con el objetivo es disminuir el rezago educativo en niños hospitalizados y como resultado de un estudio de modelos similares en diversos países, principalmente de América Latina.
El Jefe de Servicios de Pediatría explicó que en sus dos años de existencia este programa se ha profesionalizado, a nivel nacional se evalúa la calidad y el avance y a nivel estatal se ha formado el primer comité local para la organización y la incorporación de padres de familia, entre otros factores de fortalecimiento, “Queremos ayudar no solo a los niños, sino a sus padres con quienes también tenemos que trabajar, ellos se encuentran desesperados, asustados porque ven a sus hijos enfermos”.
Y son los propios testimonios de los padres quienes evidencian las bondades de Sigamos Aprendiendo en el Hospital “cuando diagnosticaron a mi niño, apenas iba ir al kinder, aquí lo han ayudado mucho, él estaba con mucho miedo, gracias a todas las actividades que hacen él se ha desenvuelto bastante, tiene más desarrollo en todos los aspectos. A cada ciclo de la quimio viene muy contento, lo único que le interesa es venir a la escuela, yo quisiera una escuelita las 24 horas porque ellos se estresan bastante”, expresó la señora Sandra Ruiz, madre de un pacientito de cuatro años.
Por su parte, Teresita Azucena Peto Sánchez, habla de su hijita pequeñita de seis años con cáncer en la sangre “ya llevamos casi dos años viniendo aquí, la verdad sí les ayuda mucho a entenderse entre todos los niños, está muy padre, la niña no se sabía los números, aquí aprendió, porque recién la diagnosticaron apenas iba a entrar a la escuela, gracias a Dios todo está saliendo muy bien, la escuela les ayuda mucho, se mantienen activos, aprenden, interactúan, se ven muy contentos todos”
Griselda Isabel Flores Madrid, madre de un pequeño con apenas tres años de edad, compartió que es tanto el gusto de su hijo por la escuelita que quiso asistir aunque estuviera de paso “lo traje a quimioterapia, pero quiso venir para acá porque le gusta mucho la escuelita, tenemos tres años viniendo”.
Nancy Jacqueline Rincón Vargas, quien tiene 2 años y 2 meses asistiendo a la escuelita, con relajado semblante muestra su dedicación y esfuerzo al recortar, interrumpe su concentración cuando su madre le pide que despida a su padre quien debe irse a trabajar, Adolfo Rincón Alvarado, le da a su pequeña con un beso y le deja también su bendición.