NO BASTA ENCARCELAR A CONDUCTORES INTOXICADOS
URGE QUE SE REHABILITEN POR LEY
Por: Felipe Guerra García “Paladín”
Nunca serán suficientes, ni atenuará el grave problema, las reformas al Código Penal y Código de Procedimientos Penales del Estado de Nuevo León, propuesto por el gobernador Rodrigo Medina, para que los conductores INTOXICADOS POR EBRIEDAD O DROGADICCIÓN, que provoquen la muerte de personas y lesiones graves en accidentes viales, cumplan su condena en la cárcel.
Claro que urge la PREVENCIÓN PERMANENTE por ley y por supuesto que se aplique rigurosamente el castigo por delito culposo agravado.
Pero hay un tema que no están contemplando las autoridades: LA REHABILITACIÓN.
Además de la cárcel, mega multas y las sanciones que las autoridades apliquen, no tan solo por provocar la muerte, sino también por las lesiones graves que causen a las personas y los daños materiales, se debe incluir la irrestricta obligación a que el culpable se someta a tratamiento hasta curarse y que el culpable lo page de su propio bolsillo.
Son muchas las personas, hombres y mujeres, inclusive adolescentes, con graves problemas por su manera de beber, incurren en el abuso en el consumo de bebidas embriagantes y muchas otras con el consumo de drogas.
Se sabe que con la ley actual, los conductores alcoholizados o intoxicados que provocan la muerte, lesiones y daños materiales, medio cumplen su “condena” en libertad, salen de la cárcel bajo fianza y ni se le puede llamar reparación de daños porque es imposible devolver la vida de las víctimas, ni sanar a personas que quedaron incapacitadas por el resto de sus vidas.
El conductor homicida nuevamente toma el volante de un vehículo sin cumplir con ningún castigo, salvo pago de daños físicos y materiales. Reincide porque es un ENFERMO ALCOHÓLICO O ADICTO A LAS DROGAS y sigue latente el peligro.
Es cierto, no hay suficientes centros de reclusión para los delincuentes, mucho menos para los conductores homicidas.
Con tanto alcohólico y drogadicto al volante, de ser aplicada la ley con todo rigor, las cárceles de todo México no serán suficientes. Pero las autoridades pueden construir o rehabilitar instalaciones para tener varios Toritos, mejores que el del D. F.
Nunca curarán la enfermedad ALCOHOLISMO Y DROGADICCIÓN aplicando todas las agravantes del mundo: mega multas, cancelación de licencia, embargar el vehículo, prohibirle volver a conducir.
Queda claro que a las personas ebrias o intoxicadas, cuando se convierten en delincuentes culposos, deben las autoridades obligarlas, además de cumplir su condena en la cárcel, a someterse a un intenso tratamiento hasta su total rehabilitación, porque de lo contrario, tras cumplir su condena, seguirán siendo un peligro de alto riesgo, VOLVERÁN A LAS CALLES HOMICIDAS AL VOLANTE.